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¿Qué es la carga de frío?

Escrito por Insupack FontPackaging | Sep 22, 2022 6:09:54 PM

La carga de frío es esencial para que la mercancía que debe mantenerse refrigerada pueda hacerlo. Una caja isotérmica de cualquier tipo o material por sí sola, no puede generar frío en su interior si no la acompañamos de alguna carga de frío.

¿Qué tipo de cargas de frío existen?

  • Hielo seco: El hielo seco es Dióxido de Carbono (CO₂) en estado sólido. Su temperatura habitual es de -80ºC. Su uso es bastante amplio, en alimentación es utilizado sobre todo en alimentos congelados, como helados, o que deben viajar a temperatura ambiente durante un largo período de tiempo. Sin embargo, el hielo seco debe ser tratado con cuidado, ya que puede provocar quemaduras de frío al tocarlo o problemas respiratorios si no se manipula en un espacio suficientemente ventilado.



  • Acumulador positivo: El acumulador positivo está formulado con un gel eutéctico a base de agua especial refrigerante, y mantiene la temperatura positiva, por lo que es perfecto para mantener productos frescos o elementos que necesiten una temperatura de nevera. Hay de dos tipos:

    1. Flexibles: El envase que contiene el gel son bolsas de aluminio termo selladas, su peso es inferior y se adapta mejor a cada envase y tipo de producto




    2. Rígidos: El envase que contiene el gel es rígido, normalmente hecho con polipropileno de alta densidad, por lo que su peso es superior y no es tan adaptable.

  • Acumulador negativo: Suelen ser rígidos, y se usan generalmente para mantener productos congelados, ya que su temperatura suele ser de entre -19º y -21ºC, sustituyendo el hielo seco. En ocasiones, es necesario disponer de un congelador especial que pueda congelar a temperaturas más bajas para que el acumulador pueda llegar a la temperatura deseada.

     

  • Hielo convencional: El hielo es agua en estado sólido, normalmente en forma de cubitos. Si bien puede ser la opción más económica, su descongelación suele ser rápida pasando a un estado líquido. Así pues, su uso suele ser aconsejado en el transporte de distancias muy cortas de no más de 1h o 2h y usando un embalaje completamente estanco e impermeable.

  • Transporte especializado: El transporte refrigerado o congelado es también efectivo para simular la carga de frío en un embalaje. Sin embargo, durante el reparto al abrir y cerrar el transporte, este puede perder temperatura o condensar agua. Con productos sensibles al cambio de temperaturas, también hay que tener en cuenta el tiempo que estos estén fuera del transporte en cuestión, ya sea antes o después del reparto.

 

¿Cómo decidir cuál es la carga de frío más adecuada?

Como hemos visto, todos los tipos de carga de frío tienen sus ventajas y sus desventajas. Así pues, en cada caso específico irá mejor un tipo u otro. Hay diversos factores que van a determinar la mejor opción en cada caso, algunos de ellos son los siguientes:

  • Consumo medio: según la cantidad de envíos que uno haga le puede resultar más beneficioso un tipo de carga u otro. Si hay grandes consumos se pueden conseguir mejores precios con las empresas de transportes, o sale rentable invertir en una máquina de hielo seco o un congelador especial para acumuladores negativos.

     

  • Temperatura a mantener: para mantener temperaturas positivas es aconsejable el uso de acumuladores positivos, pero si se pretende mantener la mercancía congelada será necesario el uso de hielo seco o acumuladores negativos.

     

  • Capacidad logística: otro factor a tener en cuenta es el espacio y las infraestructuras de las que uno dispone. El hielo seco, por ejemplo, desde que uno lo recibe hasta que vuelva a salir debe mantenerse en un congelador. Sin embargo, los acumuladores positivos son muy cómodos, ya que no necesitan estar almacenados en congelado, es suficiente congelarlos 48h antes de su uso en el caso de los flexibles y 72h antes en caso de ser rígidos.

     

  • Presupuesto: dependiendo del presupuesto del que se disponga saldrá rentable hacer determinadas inversiones o no.